A 30 años del historico 1983, seguimos exigiendo democracia para Merlo.
Se cumple hoy un nuevo aniversario, el trigésimo en este
caso, de la recuperación de la democracia representativa en nuestro país, un
logro mayúsculo y trascendental en la vida política argentina del pasado siglo XX,
jaqueado por injustas y sangrientas dictaduras militares. En ese marco y
entendiendo los avances que ha dado la Argentina en el último trienio en
materia de DD.HH (como el juzgamiento y cárcel a los genocidas de la última
dictadura, recuperación de nietos apropiados, entre otros) es sumamente
necesario mencionar el “microclima” que se vive en nuestro distrito de Merlo, gobernado
hace 22 años por Raúl Othacehe. Persecución política e ideológica a través de
aprietes, patotas, difamación publica y demás hostigamientos, son padecidos actualmente
por quienes intenten tener un discurso o línea alternativa (ni hablar de llevar
esto a la práctica concreta) al oficialismo merlenese. Y eso no es una herencia
de lo conseguido allá por diciembre de 1983 sino, por el contrario, se trata de
una metodología muchísimo mas emparentada con años anteriores, donde el terror
y el miedo eran la ley.
“Sin la esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser
perseguido” es uno de los tramos con que, en su notable y valiente carta
abierta a la dictadura, Rodolfo Walsh pintaba de pie a cabeza el sentir de una época
en el país. Es este sentimiento el que, sin miedo a exagerar, aborda, se cuela,
asalta a todo aquel que vea la realidad de un color diferente a la actual administración
en Merlo. Nuestra organización y sus referentes, así como otras organizaciones
y personas de a pie que se animaron y se animan a pensar un Merlo distinto,
fueron y son víctimas de esta política de amedrentamiento que propone Raúl
Othacehe en “SU” Merlo. En nuestro caso el ensañamiento con el que ha operado
el Othacehismo en repeler a nuestro compañero y concejal electo por miles de
merlenses, Horacio “Lula” Cepeda, es solo una muestra de lo que describimos:
tres destituciones de su banca como concejal por causas armadas, difamaciones, fraude
electoral en las ultimas P.A.S.O, entre otras agresiones, es lo que como
colectivo hemos y seguimos padeciendo
.
Por supuesto y para quien le dedique unos pocos minutos a
estas líneas, notara que hablamos de una Argentina muy distinta a la que la
tolerancia y respeto a las diferencia (con excepciones, claro) lograron tener cierto
desarrollo, no pareciendo esta una editorial con motivo de celebrar un nuevo
año de convivencia bajo un régimen democrático. El férreo e inclaudicable
compromiso que hemos asumido como Libres del Sur en defensa de las libertades democráticas
en el distrito (componer el Espacio por la Democracia en Merlo desde su génesis;
encabezar con la diputada Victoria Donda una audiencia en el Congreso de la Nación;
comprometer al premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y a Nora Cortiñas
en la lucha por la democratización de Merlo, entre otras numerosas acciones)
hacen de este día una jornada de reivindicación, lucha, reflexión, más que de celebración.
Y parafraseando nuevamente a ese luchador incansable por una Argentina sin
tiranos, nos reivindicamos “fieles al compromiso que asumimos hace tiempo, el
de dar testimonio (y pelea) en momentos difíciles”.